La próxima cosecha de aceite de oliva puede sufrir mermas importantes si no llueve a finales de septiembre o principios de otoño, ya que la actual ola de calor ha provocado que el agua se haya evaporado más de lo habitual en el cultivo de secano. Aunque aún no se han revisado las previsiones de cosecha que inicialmente rondaban las 1,3 millones de toneladas, se prevé que si no llueve en las fechas señaladas, se reducirá hasta en un 25% la cosecha.
Fuente: AGROVIA
|